domingo, 27 de febrero de 2011

7 vidas tiene... una persona

Reflexionando hace unos dias llegue a la conclusión de que una persona tiene 7 vidas como un gato. Si, definitivamente creo que tenemos 7 vidas, y son las siguientes:

1. La vida que estamos viviendo ahora, la que sentimos cada día al levantarnos, con sus alegrías y pesares.

2. La vida que nos gustaría vivir, la de nuestros sueños y deseos a los que tanto aspiramos. Esa en la que hacemos castillos de arena en el aire que algunas personas son capaces de realizar ya que son persistentes en sus intentos.

3. La vida que ya hemos vivido, es decir, nuestro pasado. Esa vida es la que muchas veces nos dificulta vivir la vida que nos gustaría vivir. Sirve muchas veces de ancla, pero también en muchas ocasiones sirve como bomba de explosión para realizar nuestros sueños.

4. La vida cibernética! Si si, esa en la que colgamos nuestras fotos en el facebook, tuenti, etc, en la que escribimos en un blog y participamos en foros. Un poco ficticia muchas veces, pero que nos llena esas horas en las que nos sabemos que hacer y que a la vez nos esclaviza (ejemplo: espera un momento que mire a ver si tengo un correo u alguien ha hecho un comentario de la foto que he colgado!).

5. La vida ficticia de los chismorreos. Quién no se ha visto envuelto en una serie de acontecimientos en los que ni él/ella sabía que había participado? Sólamente la vecina de al lado sabe más de esta vida tuya que tu mism@!!! Vaya tela con esta vida! Se podrían hacer una serie de peliculas que darían mucho de sí.

6. La vida laboral. Ahí si que se tiene una preocupación bastante grande y más ahora donde casi esta vida no existe. Muchos centran su vida cotidiana en esta vida, que no es de extrañar porque cuando algo falla en la vida laboral tu vida del día a día se ve afectada de manera exponencial.

7. La vida que tu familia quisiera que vivieses. En todos los momentos hay quien opina de lo que deberías o no hacer con todas tus vidas!! Si con todas ellas, la cotidiana, el pasado, el futuro, la cibernética, la laboral e incluso la ficticia de los chismorreos! Siempre hay algún miembro de tu familia que opina algo respecto a algún aspecto de tu vida. Que si sería mejor que te conformases con lo que tienes, que si no te arriesgues y dejes tu trabajo/pareja, etc. Ya sabeís, toda esta sarta de comentarios que agobian y exprimen tu cerebro, pero, que también hay que reconocer te marcan el camino muchas veces cuando no ves el sendero. 

Seguramente habrán muchas más vidas, pero yo las he resumido en estas 7. Espero que amplieis mi horizonte respecto a este asunto!

Hasta la próxima entrada.

lunes, 7 de febrero de 2011

No te rindas - Mario Benedetti

No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo tambien el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.

Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.

Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,

No te rindas por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada dia es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estas sola,
porque yo te quiero.

domingo, 6 de febrero de 2011

Noches de desierto

Noches oscuras en nuestro desierto personal. 
Noches frías de búsqueda de una diminuta lumbre.
Noches de soledad, profunda soledad.
Noches replanteándonos nuestra guía a seguir.
Noches donde no vemos la mañana que llegará. 
Noches en las que no entendemos nuestro mundo.
Noches de sueños e ilusiones rotas.
Noches donde flaquea nuestra fuerza.
Noches, largas noches...

Noches... 
que al final terminan 
cuando sale el sol
y volvemos a soñar 
en el camino recorrer.

Va de cuentos...

Una de mis aficiones es la lectura. Cosa bastante normal entre los mortales. 
Mis gustos literarios son bastante amplios, pero predominan los libros llamados de "autoayuda" (sinceramente, término mal acuñado a mi parecer, ya q podríamos hablar de "filosofía de barrio"). Bueno, q me voy por las ramas... a lo q iba. Jorge Bucay es uno de mis autores favoritos y en su libro Déjame q te cuente hay varios cuentos q merecen la pena ser leídos, entre ellos destaca por la importancia significativa a hechos personales, el cuento Las ranitas en la nata.

Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata. 
Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo en voz alta: <<No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril>>.
Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente o quizá más tozuda se dijo:
<<¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora>>.
Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas. 
Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.
Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a a casa croando alegremente.

Espero, que ante los avatares de la vida, exámenes, confusiones y noches de soledad en nuestro oscuro desierto personal pensemos en esta ranita q decidió enfrentarse a la dificultad.

Hasta la próxima entrada