jueves, 26 de mayo de 2011

Redirigir la vida

Hace mucho que no escribo, pero el motivo es evidente. Lo siento, por todos aquellos que me soleis leer, pero mi ser estaba en "otras cosas".

He dejado mi trabajo como "asesora laboral" (titulo que no refleja lo que realmente hacia en el trabajo: hacer contratos, fotocopias, dar/bajas de autonomo, etc, vamos lo q viene siendo un auxiliar administrativo) para centrarme en mi carrera profesional.

Todo este mes mi cabeza ha estado rodando, pensando en que hacer y que no. Mis pensamientos eran:
Me dejo el trabajo q hago? No me gusta pero cada mes tengo un sueldo seguro.
Vuelvo a estudiar? Busco un trabajo acorde a mis estudios?
Pero como está el mercado laboral me arriesgo, pero la verdad es q no me gusta lo q hago... Vuelvo a estudiar!

Seguro que todos habeis pasado por esta sensación alguna vez. Indecisión. La indesión nos paraliza. Dejamos pasar el tiempo, postergamos la deción. La gran decisión, la de que hacer con nuestra vida, la de cambiar lo que no nos gusta, la de soñar, la de perseguir nuestros sueños.

Al final lo hice. Lo dejé. Me he centrado en un trabajo temporal que me gusta y ahora toca decidir si estudiar un master (tengo varios de ellos en mente) o buscar un trabajo acorde a los estudios. Casi está decidido sólo tengo que autoconvercerme.

Lo que he llegado a reflexionar todos estos días ha sido que al decidir, estamos renunciando a la otra opción, a la alternativa que tenemos en mente. Sacrificamos algo, para obtener otra cosa, otro resultado, que suponemos que será mejor que el que hemos descartado de antemano. Esto tiene un nombre en economia "coste de oportunidad", y es exactamente esto, descartar entre varias alternativas y elegir una, ya que no podemos realizar todo a la vez. Y lo hacemos diariamente, un día comemos macarrones, pero hemos sacrificado comer arroz, por ejemplo, o trabajamos en vez de seguir estudiando. Al final todo tiene un precio, un coste de elección u oportunidad.

Por eso, por que todo tiene un coste, prefiero pagar un coste y obtener unos buenos resultados. Dejar un trabajo inferior a mi preparación es un coste menor para los resultados, que supongo, serán muy superiores a los que pudiese haber obtenido en dicho trabajo.

Al fin y al cabo, a todos nos gusta soñar y perseguir nuestros sueños solamente depende de nosotros mismos y nuestras decisiones, aunque sean dificiles.