Hace tiempo que quería escribir esta entrada en el blog, pero como siempre me falta tiempo para todo lo que quiero hacer.
Bueno al grano...
Viajar en el metro del DF es toda una aventura. Un poco diferente a los sistemas españoles.
Es un metro que sirve como modo de transporte a 4,5 millones de personas diariamente!!!
Ya os podéis imaginar en las horas puntas como está... la sensación es de ir en una lata de sardinas.
La gente no deja salir antes de entrar y los empujones son habituales. Todo por las prisas!!
Otro dato interesante es el precio. Es muy pero que muy barato viajar en metro. El viaje cuesta 3 pesos mexicanos, lo que viene siendo 0,20€. Y no hay zonas, por lo que no se paga más por hacer más paradas.
Me sorprendió ver que las paradas de metro además de tener su propio nombre también se diferencian con dibujos. Por ejemplo, yo utilizo la línea rosa y la parada de Juanacatlán está representada por una mariposa, mientras que la Tacubaya, que es donde se cruzan varias líneas se representa con un jarrón. Esto se debe a que aún hay gente que es analfabeta.
Me sorprendió ver que las paradas de metro además de tener su propio nombre también se diferencian con dibujos. Por ejemplo, yo utilizo la línea rosa y la parada de Juanacatlán está representada por una mariposa, mientras que la Tacubaya, que es donde se cruzan varias líneas se representa con un jarrón. Esto se debe a que aún hay gente que es analfabeta.
Pero hay otras muchas particularidades, cosas interesantes que suceden en este transporte público de esta enorme ciudad como por ejemplo que existe una zona para mujeres y niños. En los andenes, normalmente en los primeros vagones en sentido de la marcha, hay una banda amarilla pintada en el suelo o barreras que separan dicha zona exclusiva para mujeres y niños menores de 12 años. Esta restricción se cumple sobre todo en las horas puntas. El resto de horas esta particularidad es más flexible. Evidentemente, las mujeres pueden o no hacer uso de esta zona. Esto ya es decisión nuestra. Lo que sucede es que los varones no pueden usarla en las horas exclusivas ya que hay policías que velan para que se cumpla la restricción (y ya cada uno que se imagine las razones...).
También merece comentar el hecho de los vendedores ambulantes dentro del metro, tanto en los andenes, en los pasillos que comunican las lineas como en los vagones. Se puede encontrar casi cualquier tipo de bien que se compra y se vende, por ejemplo, maquinillas de afeitar, chicles, pasta de dientes y cepillo de dientes de viaje, linternas, libros infantiles, cd's pirata, cualquier tipo de comida y como no, el periódico. Pero es muy graciosa la cantinela de la que todo vendedor ambulante hace uso, y dice así, "damas y caballeros, en esta ocasión les vengo a ofrecer el exclusivo producto xzy de características únicas, 20 pesos le vale 20 pesos le cuesta". Esta cantinela memorizada y repetida hasta la saciedad es entonada y repetida por todos los vendedores de la misma forma. El día que encuentre a uno de ellos que sea original le compraré uno de los productos que venda solamente por la originalidad en la forma de comunicarlo.
Aparte de los vendedores ambulantes también hay mendigos y gente necesitada pidiendo dentro del metro. Por ejemplo, en la boca del metro que está cerca de mi casa hay un indigente que vive en la entrada junto a su perro. A veces, me da la sensación que estoy accediendo a su casa porque tanto el perro como su propietario están en la puerta durmiendo, comiendo, y pidiendo limosna. Es curioso que el perro puede estar obstaculizando una de las puertas de acceso o salida y nadie diga nada.
Otra cosa sorprendente es que está muy limpio para la cantidad de gente que transita el metro diariamente. No hay papeleras pero tampoco se ven papeles, chicles, etc en el suelo. Y no se observa demasiados trabajadores de la limpieza. Tampoco he visto ni un metro con graffities.
Hay seguridad por todos lados. Policía con detectores de metales en la mano en los accesos al metro que en cualquier momento te pueden pedir que les dejes escanear el bolso como mínimo. Además, de los policías comentados anteriormente que se dedican a controlar el acceso de hombres en las zonas destinadas exclusivamente a mujeres.
Finalmente, la última curiosidad es que las mujeres mexicanas son capaces de maquillarse mientras el metro está en marcha (teniendo en cuenta los frenazos y acelerones exagerados que se dan durante la marcha. Me pregunto si los maquinistas controlan la velocidad y distancia o van a voleo). Estas mujeres tienen una habilidad increíble para hacerse la raya de los ojos, ponerse el rimel, etc. Y además otra cosa que me sorprende es que en las horas menos concurridas y en las que el metro va más vacío hay mujeres que se esperan a que pase el siguiente metro porque no tienen sitio donde sentarse!! Pero mujer, por favor, si te quieres esperar hazlo apartada de la puerta, al menos, deja acceder al metro a quien no le importe ir de pie...
Estas son las curiosidades del metro de México DF. Seguro que alguien que lo usa asiduamente puede aportar algún comentario más sobre esta cuestión. Saludos!!

