Llegar al aeropuerto y ver a mi pareja tras 6 semanas es algo que estaba deseando.
Mi sorpresa fue su reacción. Un simple abrazo y un beso en la mejilla.
Algo va mal. Lo intuía desde hacía unos días.
Nuestras conversaciones no eran tan frecuentes y sus respuestas más cortas.
Llegamos a mi casa y no puedo aguantarlo más. Necesito saber que pasa.
Finalmente lo suelta. No me quiere. Quiere dejar la relación.
Me duele todo en ese momento.
Una sensación de abandono me invade.
Yo la quiero e intento hablar con ella pero me lo deja bien claro.
Cuando se marcha... las lagrimas no pueden cesar.
Y aquí sigo, pensando en ella y sin poder dormir.